La Semana que definió occidente

Por: Abraham Garza Alemán

En estas fechas se conmemora una serie de eventos sumamente importantes tanto para la fe cristiana como para la fe judía, para los judíos se conmemora pesaj, nosotros lo conocemos como la pascua y es una festividad dedicada a la libertad y cuyo significado es tanto patriótico como espiritual. En el caso de la fe cristiana el significado va mucho más allá de la libertad física sino que da origen a la doctrina de la expiación, esta doctrina es sumamente importante ya que marca una abismal diferencia entre las religiones abrahámicas y las religiones paganas.

Menciono estos datos porque más allá de adentrarnos en cuestiones religiosas que nos llevarían a discusiones eternas y polémicas interminables, es indispensable entender que los acontecimientos ocurridos en la Judea del siglo primero marcaron un antes y un después en la historia, no solo de occidente, sino del mundo entero.

El origen del cristianismo y su base judía de la familia y la moral, dieron inicio a un proceso que llevaría a impactar el Asia menor, el norte de África y posteriormente la Europa pagana, con el paso del tiempo, la fe cristiana bebió de la filosofía griega y de su combinación con la moral judía dio inicio a una cosmovisión que con el paso del tiempo haría que Europa tome la delantera en cuestiones científicas, filosóficas, teológicas y de desarrollo humano como nunca antes se vió en la historia de la humanidad.

Cuestiones como el derecho a la vida o la idea que el ser humano tenía valor y dignidad por el simple hecho de existir fue un hecho único, así como el concepto de libertad que se desarrolló en occidente, y con el paso del tiempo y gracias a la corriente de la reforma protestante se dio origen a la república más exitosa de la historia: los Estados Unidos de Norteamérica, cuyo ejemplo de libertad sigue siendo referente hasta nuestros días, aunque tristemente mientras redacto estas líneas, dicha república es traicionada internamente día tras día por un gobierno títere de la agenda globalista.

Otro tema sumamente relevante es que gracias a la cosmovisión cristiana tanto en la Inglaterra del siglo XVIII como en la América Española, se dio como resultado la abolición de la esclavitud, a tal grado que el mismo gobierno inglés se vio forzado por sus ciudadanos a enviar sus cañoneras a frenar el comercio de esclavos, comercio en su momento iniciado tanto por musulmanes como por los mismos nativos africanos.

Y en alusión a esta importantísima fecha me gustaría citar un fragmento del sermón llamado ¿Qué hubiera dicho Jesucristo? Obra del  pastor luterano Martin Niemöller, pronunciado justamente en la semana santa de 1946, palabras que muchos erróneamente quieren atribuir a Bertolt Brecht.

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, ya que no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, ya que no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, ya que no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, ya que no era judío,
 Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.

Estas palabras deben seguir haciendo eco en una sociedad que lamentablemente día tras día, pierde libertades que tiempo atrás presumimos conquistadas, las cuales se van limitando o erradicando a razón de los caprichos de una minoría autoritaria e irracional.

Libertades como la de culto, de expresión y de reunión parecen pertenecer más a un pasado cada vez más distante, siendo una obligación actuar inmediatamente para defender todo nuestro legado y todos aquellos valores que se forjaron con el sacrificio y la entrega de alguien más que un hombre, un ser que en el mayor momento de dolor, sufrimiento y agonía, clamo por perdón para sus torturadores.

Seamos judíos, cristianos, agnósticos o ateos, los pilares de nuestra civilización están bajo asedio y los ideólogos del género así como los Globalistas, buscan a toda costa destruir nuestra identidad para reemplazarla con la nada,todo con la mera intención de despojarnos de nuestra historia, valores y moralidad, para que una vez perdidos estos fundamentos, sean reemplazados por un vacío que pretende ser llenado con hedonismo, sentimentalismo barato y sobre todo, idolatría al estado.

Hoy más que nunca debemos ser conscientes que la lucha por la vida, la libertad y la propiedad trasciende más allá de las posturas políticas o los dogmas religiosos, si no nos organizamos y dejamos a un lado las pequeñas diferencias vendrán por nosotros uno por uno, hasta que no quede quien pueda protestar.

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