Por: Luis Enrique Vázquez Cerda.
2021 inició con el pie izquierdo para la mayoría de los habitantes del planeta tierra, pero donde consiguieron medalla de honor fue en Dinamarca: el parlamento del país, aprobó el 17 de Diciembre del 2020, una nueva ley que penaliza como violación todo tipo de relación sexual sin consentimiento explícito previo (texto, audio, contrato, fotografía o cualquier prueba) entre ambas partes.
La violencia física, ya no es requisito para que una violación sea sentenciada como tal. La ley Orwelliana, entró en vigor el 01 de Enero del 2021: ahora los daneses tienen al Estado hasta en la cama. Uno de los argumentos para esta ley (extremistas, como todos los de izquierda), es ‘buscar mayor protección a víctimas de abusos sexuales que no pueden resistirse en el acto: estar inconscientes, por ejemplo’.
Dentro de toda esta ciencia ficción (superada por la realidad), nace para el público escandinavo una App para “decir sí”: “IConsent”, una aplicación móvil creada para “dar el sí” a una relación sexual consensuada durante las próximas 24 horas. La aplicación también contiene consejos sobre sexualidad, contracepción y enlaces a páginas que ofrecen ayuda en caso de haber sufrido un abuso.
“El consentimiento se limita a 1 relación sexual, tiene un límite temporal y expira después de 24 horas, hayas tenido coito o no. El consentimiento se puede retirar en cualquier momento”, cita en su descripción la App. Con esto, mil vacíos legales y puntos ciegos teóricos se abren ante la legislación: puedo asegurarte que cualquiera que pienses, más de uno de nosotros también ya lo pensó.
Como también ya era de pensarse, el hembrismo radical global ya sonó sus alarmas: el sitio danés Everyday Sexism Project, ha comentado que la aplicación es “potencialmente peligrosa”.
“Da la impresión que protege, pero ¿qué pasa si te arrepientes y no puedes agarrar el teléfono y retirar el consentimiento? ¿Qué pasa si la cosa evoluciona hacia una dirección que no quieres?” argumentan marxistamente en su cuenta de Twitter.
Con Dinamarca, ya son 12 países (Europa nórdica) con legislación similar. Es de esperar, que a Latinoamérica no llegará nada de la economía de libre mercado de los países nórdicos, pero legislaciones distópicas totalitarias con ideología de izquierda, llegarán volando a nuestros países, con carácter de ‘urgente’.
Mientras el Islam (teocracia) tortura y asesina de manera inhumana a mujeres por disidencia religiosa, vestimenta o prácticamente cualquier indicio de libertad individual, en Occidente burocratizan el sexo, con leyes marxistas-leninistas fundamentadas en el odio y resentimiento, que atacan absolutamente todo, menos la raíz de los problemas.
Este mundo está loco. La raza humana tiene el norte cada vez más perdido y se encargan de demostrarlo a diario. Mi apuesta personal es que será política global, máximo a finales de década. Esto es una prueba más del desvarío psicológico que el progresismo colectivo genera.