Escrito por Ricardo R. Olivares
Los primeros pasos rumbo al próximo 08 de marzo ya se están dando en todo el continente, los grupos feministas han comenzado a recrudecer sus campañas a favor del aborto y en contra de ese concepto difuso que denominan “violencia de género” para así empujar su agenda política.
Sin duda las mujeres constituyen una parte esencial de nuestra sociedad, su lucha hacia la igualdad pudo materializarse a lo largo del siglo XX y hoy podemos decir con orgullo que hombres y mujeres tienen, al menos en México, los mismos derechos.
Hoy han conseguido igualdad y más, sin embargo no todo es dulzura en materia de derechos humanos, las mujeres están enfrentando un nuevo gran obstáculo, un movimiento que intenta arrebatarles la independencia y la individualidad, grupos políticos que emulando al padre de familia más misógino intentan por todos los medios decir a las mujeres que pensar, en que creer, a quien querer y a quien odiar, una doctrina que además de pretender imponerse sobre ellas, busca agradecimiento constante por someter, esto so pena de ataques, difamación pública y estigmatizar a las disidentes de alienadas enemigas, por supuesto nos referimos al feminismo de género que hoy es hegemónico.
El feminismo actual ha demostrado no solo ser un movimiento violento y autoritario, sino además poco propositivo, pues en uno de los periodos de más criminalidad que enfrenta México de cara al régimen Morenista, prefieren promover cursos de nuevas masculinidades frente a pena de muerte para asesinos y violadores, prefieren enseñar a las mujeres una coreografía y una canción como “el violador eres tú” antes que presionar que legalmente puedan portar armas para su defensa. Claro, su agenda no comulga con soluciones reales.
No han sido pocas las veces que el autor de este artículo ha sido atacado y censurado por expresarse abiertamente contra el feminismo, yendo más allá, pues mi novia e incluso mi madre han sido atacadas directamente por feministas que enfurecen al darse cuenta que no están frente a mujeres dispuestas a militar en su movimiento, resultando estos ataques no solo en ofensas sino cruzando la línea de las amenazas y la difamación.
La lucha por la libertad de las mujeres es hoy más seria que nunca, pues este llamado “feminismo de género” pretende separarnos de ellas, establecer una sociedad en eterno conflicto al más puro estilo de la lucha de clases del manifiesto del partido comunista.
Con su discurso supremacista y francamente fascista han manipulado a miles de mujeres y hombres a los que denominan “aliados” para lograr, en primer lugar la agenda abortista de sus patrocinadores (principalmente la transnacional abortista Planned Parenthood) y en segundo término materializar un status quo que otorgue privilegios injustificados a sus militantes, aplastando de paso a cualquier voz disidente sin importar su género, representando esta doctrina un verdadero peligro para las mujeres que creen todavía en el esfuerzo y el mérito, desplazándolas y censurándolas.
Nuestra cultura está en riesgo crítico, si permitimos que esta ideología de odio se impere sobre nuestros méritos y aptitudes caeremos en un mundo que ya no será desigual por obra del azar, estaremos viviendo en un mundo desigual por la fuerza.
Debemos pensar como nunca en torno al futuro al que nos aproximamos, cuotas de género, censura, venganza, difamación, adoctrinamiento político y peores cosas están en la mira, el feminismo moderno ya impulsa iniciativas de ley en Latinoamérica para establecer su doctrina desde la educación básica de nuestros hijos, derechos básicos como presunción de inocencia, igualdad ante la ley y libertad de expresión están pendiendo de un hilo.
¿Queremos vivir en un mundo así? ¿Queremos un país de miedo? ¿Un país en que nuestra vida esté en riesgo por agradar o no a un grupo político? ¿Queremos a esta gente en las escuelas de nuestros hijos adoctrinándolos? ¿En nuestras redes sociales vigilándonos las 24 horas? Lo que necesitamos más que nunca es LIBERTAD necesitamos pensar con seguridad de nuevo, necesitamos ser calificados por nuestros méritos, las mujeres no le deben NADA a ningún movimiento político sus logros son de ELLAS solamente.
Estamos a tiempo, pongamos esta doctrina de odio llamada feminismo de género en donde pertenece, en el basurero de la historia, hombre o mujer nuestro destino esta solamente en nuestras manos, en la agudeza de nuestra mente y en la fortaleza de nuestra voluntad.