Eje Conservador

A diferencia de otras posturas, el conservadurismo no tiene una enciclopedia o una serie de rígidos principios, ya que ser conservador parte de la psicología profunda de la persona humana, el conservador entiende que hay cosas que vale la pena preservar y ve al ser humano como un constructor de hogar, esto a su vez que cooperamos libremente en busca de valores, ya que la vida tiene un significado.

Esto logra que el conservador entienda los peligros tanto del individualismo como del colectivismo, ya que un conservador entiende que el ser humano no es una isla, por lo tanto la libertad no es el fin máximo sino el medio para lograr un fin, pero a su vez el conservador entiende los peligros del colectivismo, ya que el ser humano no es una masa que pueda ser modelada por ingenieros sociales, por lo tanto la sociedad no puede ser planificada y debemos ser cuidadosos con el poder que dejamos que el estado acumule, es por lo que el conservador admite la necesidad de asociarse pero siempre libremente en la búsqueda de valores metafísicos que van más allá de las meras pretensiones materiales.

Por tal motivo el conservador siempre estará en contra de usar el estado para moralizar las masas, ya que esa no es una labor que le corresponda y el dársela, solo provocará que en un futuro dicho aparato acumule demasiado poder con el que podrá suprimir aquellas libertades indispensables para el conservador

Por lo tanto, se entiende que si una sociedad quiere mejorar, dicho cambio debe venir desde abajo, desde las asociaciones libres de ciudadanos libres y sobre todo virtuosos, es por lo que para identificar a un conservador usualmente solo basta con preguntarle, podemos ver estos ejemplos en colegios, iglesias, grupos musicales, clubes de lectura, sociedades de historia, cacería, pesca, etc. Donde la libre asociación genera buenas relaciones sociales, un sentido de pertenencia y una comunidad sana en donde individuos libres pueden desarrollarse.

Estas libres asociaciones son una fuente no sólo de un sano deleite sino de orgullo, se crean jerarquías, normativas, cargos, responsabilidades y quienes forman parte de estas se someten voluntariamente y les encuentran sentido, esto a su vez deriva en que dichas sociedades civiles están dirigidas por los más aptos, inteligentes y capaces, lejos de nuestro sistema actual que tiene un tinte de libertad, pero en realidad siempre terminamos siendo gobernados por los más incompetentes.

Por tales motivos, adherimos a los siguientes principios conservadores

1. El conservador cree en la existencia de un orden moral perdurable

Contrario a lo que dirían los materialistas, existe una naturaleza humana, hay un orden creado para el hombre y así como no se puede cambiar la naturaleza del ser humano, hay verdades morales que son inalterables, entendiéndose el significado de orden como armonía, siendo la relación del orden íntimo del alma y el exterior de la comunidad.

2. El conservador abraza las costumbres, las convenciones y la continuidad

Son las costumbres las que permiten que la gente pueda convivir pacíficamente; quienes las destruyen echan abajo muchas más cosas de las que suponen o desean, las convenciones son aquel marco que nos impide caer en eternas disputas acerca de nuestros derechos y deberes; las leyes en sí son conjuntos de convenciones. Por el lado de la continuidad, es aquel mecanismo que mantiene unidas a las sucesivas generaciones.

3. Los conservadores creen en el principio normativo

El conservador toma muy en serio las afirmaciones del gran pensador Sir Isaac Newton, “si he llegado tan alto, es porque he andado sobre hombros de gigantes”, como lo diría Burke “el individuo es necio, la especie es sabia”, así como el principio bíblico de “no hay nada nuevo debajo del cielo”, hemos construido sobre el trabajo de las generaciones anteriores y las generaciones venideras construirán sobre nuestros aportes, así que todo individuo vivo tiene un compromiso tanto con aquellos que fueron antes de el, como aquellos que vendrán después de el.

4. Los conservadores se guían por el principio de la prudencia

Tanto Burke como Platón coinciden en que la mayor de las virtudes es la prudencia, así que toda decisión debe contemplar sus probables consecuencias finales y no solamente de los logros inmediatos o de popularidad, es por eso que un político conservador nunca pensará solo en términos electorales, sino deberá tener una mentalidad de estadista, al mirar las consecuencias de sus actos en las generaciones futuras.

5. Los conservadores atienden al principio de la diversidad

A diferencia de lo que dicen los progresistas, el conservador respeta y valora la compleja trama de instituciones sociales y modos de vida, todo lo contrario del reduccionismo de los igualitaristas que buscan reducir al ser humano a un hombre masa que puede ser moldeado por un estado inmenso. Por lo que defendemos el principio de igualdad ante la ley, ya que el ser humano siempre será diferente respecto a sus capacidades pero siempre igual en cuanto a dignidad y respeto.

6. Los conservadores no pueden excederse, dado su apego al principio de la imperfección

El conservador entiende que la naturaleza humana es demasiado compleja y como tal presenta graves deficiencias, el hombre es un ser imperfecto y porque lo es, la creación de un orden social perfecto es imposible, además la historia nos demuestra que dicho experimento solo ha acarreado ríos de sangre, tal como la revolución francesa, las comunas jesuitas en el sur de américa o las revoluciones comunistas, todos estos experimentos solo han resultado en tragedia, es por lo que entendemos que aspirar a la utopía, es dirigirse hacia el desastre.

7. Los conservadores están convencidos de que la libertad y la propiedad están relacionadas

Solo es necesario separar la propiedad de su posesión privada para que el estado convertido en este Leviatán se apodere de todo. No puede existir una gran civilización sin la propiedad privada. Cuanto más generalizada la posesión de la propiedad privada, más estable y productiva es la comunidad, ya que aquello que favorece a la sociedad es que las personas y las familias puedan dotarse de una sólida base económica.

8. Los conservadores apoyan las comunidades voluntariamente consentidas, en la misma medida en que se oponen al colectivismo involuntario

Para el conservador toda comunidad debe ser concebida de manera voluntaria, de tal manera que, en la democracia moderna, todo aquello que es beneficioso y prudente, existe por medio de la libre voluntad cooperativa.

9. Los conservadores entienden que es necesario poner prudente freno al poder y las pasiones humanas

En términos prácticos y políticos, debemos reconocer que el poder es la aptitud para hacer lo que apetezca, sin que importe la voluntad del prójimo, ahí donde hay poder siempre habrá un peligro y debemos reproducir las sabias palabras de Lord Acton “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente” El conservador se esfuerza en limitar y contrapesar el poder político de modo que ni la anarquía ni la tiranía puedan acampar a sus anchas.

10. Los conservadores inteligentes comprenden que una sociedad vigorosa requiere el reconocimiento y conciliación entre lo permanente y lo mutable.

El conservador no repudia el cambio, sino que es consciente que el Progreso con “P” mayúscula no es un Dios, ya que cuando la sociedad progresa en algún terreno, por lo general decae en algún otro. Los conservadores sabemos que la sociedad está sometida a la influencia de dos fuerzas, que Samuel Taylor Coleridge llamó “Permanencia y Progresión”, la permanencia siendo el fruto de los intereses y convicciones constantes que le confieren estabilidad y continuidad, ya que sin permanencia las aguas del gran caos se desbordan y la sociedad se desliza hacia la anarquía.