Por Odlan de León
En Cuba está vigente el código de la familia aprobado en 1975 y para finales de septiembre de este año se pretende “actualizar” el mismo. Una gran campaña impulsada por el régimen cubano y liderada por el mandatario Miguel Diaz-Canel busca dicha aprobación que se llevará a referéndum el día 25 del mes citado. Este proyecto constitucional es una réplica ya vivida en muchos países como Argentina, España, Canadá, entre otros.
¿Básicamente en que consiste este código?
– Ampliar los vínculos filiatorios independientemente del lazo biológico o genético.
– La posibilidad judicialmente hablando de parientes (abuelos) a intervenir en la educación o atención requerida a los menores en caso de que los padres no cumplan correctamente con sus deberes como padres.
– El reconocimiento de 3 tipos de filiación. Los cuales serían por : procreación natural, adopción, técnicas de reproducción asistida (inseminación artificial, fecundación in vitro, donación de ovocitos, donación de embriones, congelación de semen, biopsia testicular, eclosión asistida y embryoscope).
– La adopción de niños por uno o dos personas (casadas o una relación afectiva)
– El matrimonio igualitario y el derecho a adopción..
– Excluye la patria potestad y se introduce la responsabilidad parental.
Ya expuestos los puntos básicos de la manera mejor resumida y entendible. El artículo hoy no tratará del contenido en si, ni debatirá en que está bien ni en que está mal, ya para eso les traeré otro en una próxima ocasión.
Este código ha sido tildado por sus pregoneros de venir del estirpe del derecho familiar, pero ¿Acaso los redactores del mismo, día a día no van violando los derechos del ciudadano cubano?¿No son estos los que han separado familias? ¿Los que han encarcelado niños? ¿Los que tienen a millones de niños mal alimentados y viviendo sin electricidad? ¿No son los que tienen a miles de presos políticos en sus cárceles?¿No son los que actuaron con represión contra un pueblo que salió a las calles a exigir sus derechos?
Entonces nos hacen un llamado a aprobar derechos familiares ¿Pero para qué? Para irrespetarlos como lo han hecho hasta el día de hoy.
Hoy en día el respeto a los derechos del pueblo cubano no está en manos de un referéndum con votaciones ficticias, ni en la cortina de humo de un supuesto estado de bienestar, los derechos están en la reivindicación de todo un pueblo en las calles expulsando al tirano que nos ha tenido sometidos a su yugo por más de medio siglo. En las dictaduras no existen derechos, no existen votaciones y sobretodo no existe esperanza.
Votar si o no, simplemente será otro espectáculo donde el mago con sus trucos nos tiene entretenidos haciendonos creer que hace algo espectacular. La resistencia es la clave, la resistencia de no participar en su circo.
¡No vayamos a votar!