Por Odlan de León
Siempre se ha puesto en tela de juicio la manera de como identificar a las personas más capacitadas en un ámbito determinado, para que lleven las riendas del futuro de millones. Podemos ver letrados llevando la parte jurídica, economistas la parte contable y así sucesivamente en cada una de las ramas de la sociedad. ¿Cómo percibir quien es el más indicado entre tantos abogados, jueces o contadores, economistas en dichas ramas respectivamente? Pues hoy les hablaré de cómo funciona en Cuba, el paraíso social para muchos extraños, pero todo un infierno para los que vivimos dentro.
En la Mayor de las Antillas el pensamiento vigente desde 1961 de forma totalitaria es el Comunismo Marxista-Leninista. Esta ideología trae una forma particular de cómo manejar el país y de cómo elegir a quiénes lo manejan. A esta manera yo la bautizo “Meritocracia ideológica”, la cual es completamente antidemocrática y contraproducente, como más adelante verán en varios ejemplos.
La Meritocracia ideológica consiste en elegir a quien tendrá un poder o influencia en un ámbito determinado, no basándose en los méritos de su desempeño en dicha tarea, cómo más lógico sería, sino que será en sus méritos ideológicos. La persona con el pensamiento inquebrantable comunista siempre estará por encima de una persona que pueda traer muchos frutos a la sociedad. Este tipo tan particular de meritocracia es tan normal que entre cubanos lo hablamos y decimos coloquialmente “Al que Dios se lo dió, San Pedro se lo bendiga”, es el resultado de varias generaciones esclavas de un sistema comunista.
Si bien hay muchos ejemplos, les traigo dos de ellos.
Uno de estos ejemplos está relacionado con un personaje muy conocido por todos los cubanos. El 26 de noviembre de 1959 el Consejo de Ministros del Gobierno Cubano nombra a Ernesto Ché Guevara de la Serna Presidente del Banco Nacional de Cuba. Un “médico” (no hay pruebas de la existencia de dicho título de galeno), un guerrillero, el ejecutor de cientos de personas juzgadas por él mismo en cinco minutos, fue el elegido para encargarse de la dirección de las finanzas y la economía de todo el sistema bancario de la isla, Sorprendente, ¿verdad? Más sorprendente es la anécdota de cómo fue elegido. Al comienzo de la dictadura castro-comunista se reunieron para designar los encargados de la dirección del país. Debatían quién debería ser el Presidente del Banco Nacional a lo cual se lanzó una pregunta para todos:“¿Alguien es economista?”
El Ché, distraído, entendió si alguien era comunista, se levantó de golpe y dijo fuerte: “Yo”.
Hoy vemos los resultados en la economía de esta anécdota.
En el segundo ejemplo en un ambiente relacionado con México. A finales de septiembre e inicios de noviembre del 2021se jugaba el Mundial sub-23 de béisbol en México. Durante la selección de los peloteros cubanos para dicho torneo, el seleccionador Eriel Sánchez (con el afán de tranquilizar los preocupantes antecedentes de fugas de deportistas cubanos), afirmó que su selección estaba más orientada en principios revolucionarios que en el rendimiento.
El resultado de todo esto fue la mayor fuga de deportistas cubanos en un campeonato de béisbol en la historia (casi la mitad del equipo). Sumemos a esto, una actuación pésima en el torneo.
La Meritocracia ideológica trae resultados negativos por violar la libertad de cada individuo de desbordar sus méritos en pos de la sociedad, además de atropellar la democracia que es la vía para que cada cual pueda llegar a ser influyente sin importar su etnia, sexo o ideología.
Nada mejor que una competencia sana sin ideología impuesta, porque mientras más méritos propios obtenemos más gana la sociedad.