Por Abraham Garza Alemán
Pocas posturas son tan polémicas y tan llenas de prejuicios como el término “conservador”, principalmente en nuestro México, el término conservador esta popularmente asociado la idea de fanático religioso y enemigo del progreso, siendo que tanto la cuestión religiosa como la negación al cambio no son ideas propias del conservadurismo, tenemos por ejemplo uno de los más grandes pensadores del conservadurismo Roger Scruton, él era agnóstico y su obra es obligada para todo aquel que se defina como conservador.
El fanatismo religioso tampoco es propio del conservadurismo, ya que este nunca ha tratado de manipular o corregir la naturaleza humana, sino que intenta entender cómo operan las sociedades y construir un espacio donde las sociedades libremente funcionen con éxito. Así que todo intento de imponer una cosmovisión religiosa y atropellar las libertades individuales va en contra de la esencia del conservadurismo.
Y bien podríamos seguir dando ejemplos de lo que NO es ser conservador, pero vamos a enfocarnos en lo que a grandes rasgos significa ser conservador.
A diferencia de otras posturas, el conservadurismo no tiene una enciclopedia o una serie de rígidos principios, ya que ser conservador parte de la psicología profunda de la persona humana, el conservador entiende que hay cosas que vale la pena preservar y ve al ser humano como un constructor de hogar, esto a su vez que cooperamos libremente en busca de valores, a la vez que tenemos un propósito y la vida tiene un significado.
Esto logra que el conservador entienda los peligros tanto del individualismo como del colectivismo, ya que un conservador entiende que el ser humano no es una isla, por lo tanto la libertad no es el fin máximo sino el medio para lograr un fin, pero a su vez el conservador entiende los peligros del colectivismo, ya que el ser humano no es una masa que pueda ser modelada por ingenieros sociales, por lo tanto la sociedad no puede ser planificada y debemos ser cuidadosos con el poder que dejamos que el estado acumule, es por eso que el conservador admite la necesidad de asociarse pero siempre libremente en la búsqueda de valores metafísicos que van más allá de las meras pretensiones materiales.
Por lo tanto, se entiende que si una sociedad se quiere mejorar, dicho cambio debe venir desde abajo, desde las asociaciones libres de ciudadanos libres y sobre todo virtuosos, es por eso que para identificar a un conservador usualmente solo basta con preguntarle, podemos ver estos ejemplos en colegios, iglesias, grupos musicales, clubes de lectura, sociedades de historia, cacería, pesca, etc.
Estas libres asociaciones son una fuente no sólo de un sano deleite sino de orgullo, se crean jerarquías, normativas, cargos, responsabilidades y quienes forman parte de las mismas se someten voluntariamente y les encuentran sentido, esto a su vez deriva en que dichas sociedades civiles están dirigidas por los más aptos, inteligentes y capaces, lejos de nuestro sistema actual que tiene un tinte de libertad, pero en realidad siempre terminamos siendo gobernados por los más incompetentes.
Como bien lo diría Lao Tze “el mundo es tan sagrado y basto que no puede ser dominado y quien lo domina lo empeora y quien lo tiene lo pierde”
Es por eso que el partido comunista cuando toma el poder en la Europa del este, lo primero que hace es destruir todas las asociaciones civiles que no controlaba, siendo Janos Kádar, ministro del interior del gobierno húngaro de Rákoski desde 1948 cerro 5,000 asociaciones civiles en un año, desde bandas de música, coros, grupos de teatro, clubs de lectura, sociedades de debate, entre muchas otras.
Además, que bajo el comunismo, toda caridad privada es ilegal y las cuentas bancarias abiertas en fideicomiso para usos benéficos fueron confiscadas por el partido, es por eso que el genio Argentino de Alberdi expresó: “los pueblos del norte no han debido su opulencia y grandeza al poder de sus gobiernos sino al poder de los individuos” además de “las sociedades que esperan su felicidad de mano de sus gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza”.
Es por eso que, en nuestra Latinoamérica, proyectos gubernamentales con un presupuesto millonario lo único que hacen es perpetuar la miseria y desviar recursos, mientras que los proyectos de caridad nacidos de la sociedad civil, emanada de asociaciones libres, da mucho mejores resultados con un presupuesto mucho menor y una eficiencia mucho mejor que la clásica burocracia gubernamental.
Es por eso que el conservador valora tanto la libertad propia como la de aquellos que lo rodean, ya que esta es la única manera de poderse asociar libremente y construir una mejor sociedad, ya que un conservador sabe que podemos mejorar, pero sin caer en ideas utópicas, sabe que hay cosas que cambiar, pero nunca se deja llevar por la idea de un mundo perfectamente ordenado y controlado, ya que esto va en contra de la misma naturaleza humana.
Es justamente cuando la sociedad civil queda nulificada y absorbida por diversos elementos autoritarios, es que ya no se enfoca en los fines sino en los medios, es por eso por lo que nuestra sociedad hace demasiado enfoque en la libertad, pero dicha libertad solo termina en un libertinaje que deja al ser humano como esclavo de sus deseos.
Otro ejemplo es nuestro mismo México, donde la sociedad civil tiene muy poco impacto, debido a que se ha impuesto una cosmovisión colectivista y se piensa en el estado como el solucionador universal de los problemas, siendo en muchos casos que este estado termina siendo el titiritero de diversas asociaciones civiles.