Por: Abraham Garza Alemán
Se tienen referencias sobre uniones homosexuales en Norte America. Por ejemplo, entre las sociedades americanas nativas, han tomado la forma de relaciones con personas de dos-espíritus. En ellas un hombre de la tribu, que de joven demostraba características del género femenino, asumía las obligaciones de este sexo con todas sus responsabilidades. Este hombre era considerado parte de un tercer género, ni hombre, ni mujer, y tratado como esposa por el hombre en la tribu que elegía unirse a él en una ceremonia similar a las uniones heterosexuales celebradas en estas tribus. Las personas dos-espíritus también eran respetadas como chamanes místicos. Con la expansión de las religiones monoteístas el concepto matrimonial entre personas del mismo sexo desapareció en el siglo xix y principios del siglo xx.
Ahora hablemos un poco sobre el reconocimiento legal en algunos países podemos comenzar con Canadá el cual el primer reconocimiento legal para parejas del mismo sexo fue en Nueva Escocia en 2001 con la primera ley de unión civil, posteriormente Canadá fue el primer país de América (y el primero fuera de Europa) en aprobar el matrimonio igualitario el 20 de julio de 2005 a nivel nacional. La provincia de Ontario ya había sido la primera en aprobar matrimonios igualitarios a nivel local en 2003.
En Estados Unidos la primera figura legal que permitió un reconocimiento a las parejas del mismo sexo fue la «Ley de Beneficiarios Recíprocos» aprobada en Hawái en 1997; mientras que Vermont fue el primer estado en aprobar una ley de unión civil propiamente tal en julio de 2000.
El primer estado que permitió el matrimonio homosexual fue Massachusetts en 2004, siendo replicado posteriormente en 37 estados más la capital federal (Washington D.C.) hasta antes de la aprobación federal del matrimonio igualitario, basada en la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, la cual fue permitida mediante un fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos el 26 de junio de 2015.
Y en México cada entidad federativa decide sobre sus políticas civiles a través de sus propios mecanismos. La primera forma de reconocimiento a parejas homosexuales en el país fue otorgada mediante la Ley de Sociedad de Convivencia, aprobada por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México en 2006. En la actualidad el matrimonio igualitario se encuentra permitido en 19 estados, pero en los que no, deben ser reconocidos como tales aquellos celebrados en otras jurisdicciones Y 2 estados tienen una figura alternativa al matrimonio, la unión civil.
Hasta mayo de 2020, veintinueve países, la mayoría de ellos ubicados en América y Europa, reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El homosexual tiene todo el derecho de vivir su intimidad de esa manera, aunque la misma sea tan ajena a lo que la naturaleza indica. Pero justamente por las características de esa artimaña erótica irregular se deduce que su sexualidad es objetivamente desordenada, puesto que padece una tendencia contraria a la finalidad para la cual la sexualidad fue diseñada: la relación homosexual es por definición intrascendente y su práctica se reduce al presunto placer que dicen sentir sus cultores. Vale decir, el acto homosexual no tiene raíces en el pasado y no se proyecta hacia ningún futuro, es una actividad subalterna equivalente a un antihigiénico pasatiempo que se agota en sí mismo.
En palabras de Juan Antonio Vallejo
“está de moda decir que la homosexualidad es una alternativa tan válida como cualquier otra. Mentira. El ser homosexual es complicadísimo. Deben merecer toda nuestra comprensión, pero para intentar curarlos, no para animarles a serlo”
La afirmación de que la homosexualidad no era un trastorno psicológico había estado más basada en la presión política y nunca hubo una consideración científica que la respaldara, aquí no podemos ver diferencia entre lo narrado en estas líneas y la condena de Galileo o las purgas realizadas por Lysenko en la Union Sovietica de Stalin.
Aquí se sentó un precedente, la ciencia y la razón eran dejadas de lado y las presiones de la naciente dictadura arcoíris podía imponerse mediante la presión y la violencia, dando como resultado que todos estos lobbys entendieran como podía torcer el brazo de cualquier segmento de la sociedad, incluido el científico, aquí termina el dominio de la ciencia y empieza la dictadura de los sentimientos.
Referencias
Un Mundo Que Cambia (2020), Cesar Vidal