Por: Abraham Garza Alemán
Primeramente el termino homosexualidad fue acuñado en 1869 por el psicólogo húngaro Karoly Maria Kertbeny (o benkert), pionero él mismo del movimiento homosexual, a lo largo de la historia se han experimentado diversas variaciones, egipcios, mesopotámicos y arios lo contemplaron con desdén cuando no con abiertos desprecio mientras que para el pueblo de Israel se hallaba incluida en el listado de una serie de conductas indignas del pueblo de Dios que se extendían del adulterio a la zoofilia pasando por el robo o la idolatría se puede observar en (levítico 18,22), por lo que se refiere a las culturas clásicas de china y de la india también contemplaron la manera muy negativa las conductas homosexuales.
Vayamos un poco a la antigüedad clásica, en Grecia, alguna forma de conducta homosexual –masculino sin penetración- era tolerable, pero no, desde luego, todas las prácticas homosexuales. De hecho, las referencias negativas no son extrañas en fuentes helénicas y existieron incluso leyes, por ejemplo, en Atenas, que la condenaban de manera explícita, partiendo de esta base no resulta extraño que el mundo medieval (tanto judío y cristiano como musulmán) condenaran las prácticas homosexuales e incluso las penara legalmente, aunque luego en la vida cotidiana fuera tan tolerable (o tan intolerante) con esta conducta como con otras también consideradas pecado. Esta actitud fue aplastante mayoritaria en Oriente y en Occidente durante los siglos siguientes.
Richard von krafft-Ebing , uno de los padres de la moderna psiquiatría del que Freud se reconocía tributario, la considero incluso como una enfermedad degenerativa en su psicopatía sexuales, En 1935 Freud escribiría una compasiva carta a la madre norteamericana de un homosexual en la que le aseguraba que la homosexualidad con seguridad no es una ventaja, pero tampoco es algo de lo que avergonzarse, ni un vicio, ni una degradación, ni puede ser clasificado como una enfermedad.
Por ejemplo en sus tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad (1905) Freud incluyó la homosexualidad entre las –Perversiones- o -aberraciones sexuales- utilizando sus términos de la misma manera que el fetichismo del cabello y el pie o las prácticas sádicas son masoquistas. La homosexualidad era una manifestación de falta de desarrollo sexual y psicológico que se traducía en fijar a las personas en un comportamiento previo a la madurez heterosexual.
A través de esto se pronunciaron también las otras grandes figuras del psicoanálisis, los cuales son Adler y Jung, Hazles consideraba que la homosexualidad era un fracaso como la prostitución y la criminalidad y ubicó su origen en un sentimiento de inferioridad relacionado con el propio sexo, Y Jung convencido de que la meta de los seres humanos era el matrimonio heterosexual veía la homosexualidad como la consecuencia de un proceso de mala adaptación y desarrollo psíquico. Así mismo estos psicoanalistas que no solo modificaron estos juicios, sino que incluso los acentuaron a la vez que aplicaban tratamientos considerados curativos contra la inclinación homosexual.
En los años cuarenta del siglo XX, Sandor Rado sostuvo que la homosexualidad era un trastorno fóbico hacia las personas del sexo contrario, lo que la convertía en susceptible de ser tratada como otras fobias y de hecho Charles Socarides, otro experto en el tema afirmo que la homosexualidad era y cito: “una adaptación neurótica a miedos inconscientes”.
Y de hecho los cuestionamientos a si era o no un problema, vinieron de personajes como Alfred C. Kinsey, un tipo que se desarrollaba en el ámbito de la zoología, nada cerca de la psicología o la psiquiatría.
Y vale resaltar que todas las tesis de Kingsey fueron completamente negadas por la ciencia psiquiátrica y de cuya metodología se han descubierto cada vez más elementos inquietantes.
En el año de 1973 la homosexualidad fue extraida del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), los hechos son los siguientes.
En el año de 1970 iba a celebrarse en la ciudad de San Francisco la convención de la Asociación psiquiátrica americana (APA), y cuando Irving Bieber, una famosa autoridad de trans-sexualismo y homosexualidad, estaba dando una conferencia sobre el tema, un grupo de activistas gays irrumpió para detener su exposición, la situación empezó a ponerse tensa y los activistas multicolor empezaron a ponerse violentos, ante lo cual la mayoría de los médicos abandonaron el recinto sumamente molestos e indignados.
Pero algunos como el Dr. Kent Robinson se entrevistó con Larry Littlejohn, que era uno de los dirigentes gays y le comentó que creía que ese tipo de tácticas eran necesarias, ya que la APA le negaba la participación a los militantes gays.
Después el Dr. Kent se dirigió al entonces presidente del comité de programación, John Erwing y lo presionó para ceder ante las pretensiones de los gays porque y cito “no iban solamente a acabar con una parte” de la reunión de la APA, haciendo referencia al carácter violento de los manifestantes, después de tal presión, Erwing terminaría cediendo.
El 3 de mayo de 1971, otro grupo de activistas gays volvió a irrumpir violentamente en la reunión de psiquiatras del año y un dirigente tomó el micrófono y expresó lo siguiente “Podéis tomar esto como una declaración de guerra contra vosotros”, después todo se fue a pique y se impuso un panel de militantes homosexuales y para 1972 ya se había logrado imponer mediante la presión violenta y las amenazas, una presencia obligada en la reunión anual de la APA.
Después empezaría la censura de los psiquiatras especializados en el tema como Spitzer, Socarides, Bieber o McDevitt, la situación fue declinando rápidamente y cada vez la censura, la violencia y la manipulación mediática dio como resultados que la alianza del nefasto doctor Kent Robinson, el lobby multicolor y Judd Marmor, que solo tenía la ambición de ser elegido presidente de la APA, sometio a discusión un documento cuya finalidad era quitar la homosexualidad del DSM y después de una votación llena de propaganda, presiones y amenazas, obtuvo el 58% de los votos.
Una mayoría para tomar una decisión política pero completamente escandalosa y deficiente para un análisis científico, ya que nunca hubo una investigación exhaustiva y en el ámbito científico las votaciones bajo presión y amenazas valen menos que nada. Lamentablemente aquí se establecio un precedente en el cual los pacientes le dijeron que hacer a los doctores y dejaron el precedente para que en 1986 y con las mismas tácticas, se lograra excluir la pedofilia del DSM
Concluyo citando al congresista norteamericano W.Dannemeyer cuando expresó que dicho acto era “Una de las narraciones más deprimentes en los anales de la medicina moderna”