Por: Abraham I. Garza Alemán
Corría el año de 1965 y venían a la vida dos gemelos monocigóticos (Que ha sido originado a partir del mismo óvulo fecundado del que se ha originado su hermano), estos gemelos recibieron los nombres de Bruce y Brian Reimer, Bruce con menos de un año tuvo la desdicha de contraer fimosis y tuvo que ser sometido a una fallida circuncisión que mutiló su pene.
Sus padres tremendamente preocupados y desesperados tomarían una decisión de la cual se arrepintieron enormemente y cuyos resultados hasta el día de hoy dan muestra de lo terrible que es creerle a los ideólogos del género.
Llamaron al famoso psicólogo John Money, un charlatán embustero que había trascendido en mundo académico por haber llevado al terreno médico las terribles ideas de la ideología de género, ideas que despojan la identidad sexual respecto de cualquier determinación natural.
Money era Profesor de la Universidad John Hopkings y fundador del Gender Identity Institute, financiado por esta última, se dedicaba al negocio de las reasignaciones sexuales, y al ver el caso que se presentaba ante él, no desperdició la oportunidad de demostrarle al mundo que la sexualidad no tenía nada que ver con la naturaleza sino solamente con la crianza.
Así se le presentó a Money el caso de un niño con pocos meses de vida que no tenía pene, y no solamente eso, sino con una variable de control perfecta: su hermano gemelo Brian. Y así fue que con diecisiete meses de vida, Bruce pasó a ser “Brenda”, y cuatro meses más tarde, fue terriblemente sometido a una castración. Mientras que a los padres se les encomendó la sucia tarea de criar a Bruce como Brenda y bajo ninguna circunstancia revelar la verdad a los gemelos, a final de cuentas ¿Qué podría salir mal? Pues “no se nace mujer, se llega a serlo”.
La madre posteriormente se lamentaba diciendo: “Pensé que sí era simplemente una cuestión de crianza, que podía criar a mi hijo como mujer”. Ya que desde una edad muy temprana, las ideas de Money se caían a pedazos, pues a pesar de todos los tratamientos hormonales y la crianza subversiva a la que el pobre niño era sometido, “Brenda” no parecía adaptarse a la identidad “femenina”.
Las cosas no iban nada bien para el ideólogo, así que empezó a subir el nivel de intervención, empezó a decir que “Brenda” debía asentar su nueva identidad femenina al comprender la diferencia existente entre los órganos sexuales de los hombres y las mujeres, paradójicamente recurriendo las diferencias “naturales” que tanto le gustaba negar.
Además pidió tener sesiones conjuntas con los gemelos, a quienes les hacía quitarse la ropa, mirarse mutuamente, ensayar poses sexuales y someterse a sesiones fotográficas. Ante esta situación terriblemente escandalosa, el psicólogo Andrés Irasuste ha reflexionado al respecto: “Nosotros nos preguntamos qué tanta distancia existe acaso en verdad entre un John Money y un Josef Mengele”.
En uno de sus últimos degenerados intentos, Money trato de convencer a “Brenda” de que se sometiera a una cirugía que perfeccionara su vulva rudimentaria y se le pudiera construir una vagina artificial, llegando a entrevistarlo con un transexual para que lo convenciera de tal acción, pero el resultado fue completamente lo opuesto ya que “Brenda” se negó, y pidió a sus padres no volver a ver nunca más al degenerado doctor Money.
Este experimento trajo graves consecuencias ya que “Brenda” tuvo varios intentos de suicidio y los problemas llegaron a tal grado que los padres decidideron dar marcha atrás y contarle toda la verdad, asi fue como esta “niña” de laboratorio decidio ser lo que siempre había sido: un niño.
Se llamó a sí mismo David, en referencia a la lucha del personaje bíblico David en contra del gigante Goliat. De inmediato dejó los tratamientos hormonales y se hizo un trasplante de pene, pero desgraciadamente no pudo superar los daños psicológicos creados por el degenerado Money.
Su familia también se vio terriblemente afectada, ya que su hermano gemelo Brian jamás pudo aceptar la verdad, en parte debido a los horribles experimentos a los que Money sometió a ambos, lamentablemente cayó en la esquizofrenia, muriendo en el año 2002 de una sobredosis.
David llegó a un nuevo nivel de frustración, ya que se enteró que Money había presentado su experimento como un éxito ante el mundo académico, publicando el libro titulado como: “Hombre y niño, mujer y niña”. A tal grado que llegó a afirmar: “Su conducta es tan normal como la de cualquier niña y difiere claramente de la forma masculina cómo se comporta su hermano gemelo”. Ya que debemos recordar que los ideólogos del género son expertos en la falsificación de estudios e investigaciones.
Asimismo el experimento de transformación de Bruce a Brenda fue presentado como un gran éxito en los textos médicos y psicológicos sobre tratamiento de hermafroditas. Poniendo el precedente de que para la izquierda y los ideólogos del género, los hechos deben acomodarse a lo que piense uno y no al revés como debería ser en el mundo de la ciencia.
En 2004 víctima de la depresión producto de todos los traumas psicológicos y existenciales, David Reimer se quitó la vida con una escopeta, no sin antes dejar documentadas las siguientes palabras: “Soy la prueba viviente [del fracaso de la ideología de género], y si no vas a tomar mi palabra como evangelio, porque yo he vivido esto, ¿a quién más vas a escuchar? ¿Quién más pasó por esto? Yo lo he vivido. ¿Tiene alguien que dispararse en la cabeza y morir para que la gente lo escuche?”